Charles Lindbergh
Cinco horas de Cartagena a Bogotá
Al día siguiente me elevé para dirigirme a Bogotá que casi cae al sur
exacto de Cartagena, en el interior de Colombia. Hasta hace poco Bogotá estuvo
considerada como una de las ciudades inaccesibles de la América Latina. En la
actualidad sus pobladores entran u salen de ella con suma facilidad, en
espacios de tiempo insignificantes, gracias a las naves aéreas de que disponen
para movilizarse.
Después de poco más de cinco horas de viaje llegaba yo a Bogotá, desde
Cartagena, concluyéndose así una etapa de mis vuelos desde el río Potomac en
Washington hasta el río Magdalena en Colombia. La tercera parte del camino de
Cartagena a Bogotá lo hice guiándome por los ríos Nechí y Cauca. A poco del
medio día pasaba ya por Puerto Berrío cuyas calles las miraba desde una altura
de dos mil pies, cubiertas de curiosos. Se dejaban ver unos cuantos vapores
fluviales y sobre uno de los bancos del río estaba uno de los aviones alemanes
que se utilizaban para el transporte comercial entre Bogotá y otros pueblos del
bajo Magdalena que es navegable por cientos de millas en el interior de la
República de Colombia. Aunque el aeroplano le ha librado a Bogotá de su
tradicional aislamiento, los hábitos de trabajo no han experimentado un cambio
muy significativo. Como antaño los productos están clasificados y se ven en el
fondo a los vendedores de plátanos para sus cocidos o asados; más allá se
observan esteras, canastas y jaulas hechas con venas. El puerto aéreo de Bogotá
se halla en el Campo Madrid. Pasé por allí a las dos de la tarde pero aterricé
a las tres, pues quise saludar a la ciudad e hice sobre sus tejados unas
cuantas evoluciones.
El Tiempo, de Bogotá, informa en primer plana sobre el arribo de Lindbergh a la capital colombiana |
Si se toma en cuenta su tamaño y el grado de aislamiento, Bogotá se
halla más al corriente de los adelantos de la aviación que muchas otras ciudades
de mayor formato en Sudamérica.
Los bogotanos están ya familiarizados con el empleo del aeroplano, como
medio de transporte y lo usan para movilizarse en muchas direcciones. Entiendo
que para conseguir asientos hace falta anticiparse con algunas semanas; tal es
la popularidad que ha alcanzado en esa República la aviación y la clase
adinerada no se resiste a apoyar el nuevo sistema, en vez de viajar a lomo de
mula o en lanchas o automóviles.
La distancia desde Bogotá a Caracas es de 665 millas en línea recta. El
cielo estaba despejado en la mañana del 29 de enero, fecha en la que me despedí
de la hermosa capital colombiana, a las 6:48 a.m., en pos de Caracas, la patria
del inmortal Bolívar.
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