domingo, 3 de octubre de 2021

DOCUMENTOS: EL PELIGROSO TRABAJO DE POSTILLÓN DE CORREOS

Transportar el correo fue siempre un trabajo peligroso. El dinero y las encomiendas que viajaban en las valijas postales eran, por sí solas, una fuerte tentación para los amigos de lo ajena; a eso se sumaba, en países como el Ecuador, una geografía que añadía no pocos peligros al camino.

No falta información sobre asaltos e, incluso, asesinatos a los postillones de correos. Presentamos aquí la información que, hace poco menos de cien años, publicó El Diario, de Guayaquil, el 23 de febrero de 1930, sobre el asalto al conductor del correo entre El Tambo y Sibambe,

FUE ASALTADO UN POSTILLÓN

Escriben de Cañar que el postillón de correos Juan Justo Cabrera, que salió a la madrugada de El Tambo, conduciendo valija para Sibambe y una fuerte suma de dinero, fue asaltado en una sección de camino sin habitantes.

El postillón cabrera viajaba en compañía de varias personas.



Al llegar al solitario punto de Absul, sonó una detonación de rifle y cayó enseguida al suelo, mortalmente herido, el mular en que iba montado el postillón cabrera.

En la completa oscuridad que en esos momentos reinaba, se produjo el pánico entre los viajeros. Indudablemente se trata de una asechanza de los ladrones para robar la cantidad de dinero que conducía Cabrera.

Sin duda a causa del número de pasajeros que iban o por cualquier otro inconveniente que surgiera ese momento, lo cierto es que los hechos no pasaron de ahí.

Pocos días después, el 11 de marzo, se publicó una noticia similar, esta vez proveniente de Loja:

En el sitio llamado Matala, cercano a la ciudad de Loja, ha sido asaltado y robado el postillón de correos. Se ha enviado una escolta armada a perseguir a los autores de los hechos.

No deja de ser interesante constatar que, bien entrado el siglo XX, el correo seguía conduciéndose igual que cien años antes: a lomo de mula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario