lunes, 2 de septiembre de 2024

UNA PIEZA DE LA SERIE DE LA MANUMISIÓN

Juan Pablo Aguilar Andrade
actualidadfilatelica@gmail.com

Hace poco, en una de las dispersiones realizadas en el Ecuador, se ofreció un lote de recortes de libranzas postales a un precio bajo, porque se trataba sobre todo de una pequeña acumulación de piezas comunes, cuya principal utilidad podía ser una sesión de lavado para desprender las estampillas.

Pero entre los recortes había uno que tenía particular interés. La pieza tenía ocho sellos, tres de los cuales cubrían buena parte de una novena estampilla: la de 1 sucre, color naranja con cifra en verde, de la emisión conmemorativa del centenario de la manumisión de los esclavos, emitida el 27 de septiembre de 1952.

Esta serie fue el resultado del empeño de imprimir los sellos postales en el Ecuador (se hicieron en Gráficas Boli) y fue objeto de algún debate. Ésto, sin embargo, no viene al caso para esta nota.

Lo importante de la pieza que comento es que la estampilla de 1 sucre, cubierta de manera tal que no se vea el valor, tiene además una tachadura a lápiz y, en el lado izquierdo, una anotación manuscrita: "anulada".

Es claro, además, que la estampilla cubierta no sirvió para pagar la tarifa. Se ha conservado, en el reverso, el valor de la libranza, que se giró por 250 sucres, lo que generó una tarifa del 1 %, esto es, dos sucres con cincuenta centavos, más 80 centavos por derecho de libranza y los 20 centavos del Timbre Escolar, lo que da un total de 3 sucres con 50 centavos que se completa con una estampilla de 2 sucres (Acueducto de Riobamba), dos de 10 centavos de la serie Canonización de Mariana de Jesús, tres resellos 30 centavos y uno 20 centavos, sobre timbres consultares, y el Timbre Escolar.

¿Por qué la anulación del sello de la serie Manumisión?

En marzo de 1943, seis meses después de que las estampillas entraran en circulación, se descubrió una falsificación del sello de 2 sucres, el valor más alto. Alertadas las autoridades, el presidente de la República optó por sacar de circulación la serie, para evitar perjuicios al Fisco, para lo cual dictó la disposición respectiva mediante decreto ejecutivo 541 de 14 de abril de 1953 (Registro Oficial 200 de 28 de abril).

Con la orden de circulación, las estampillas colocadas en piezas postales carecían de valor y correspondía, como se ve en este caso, anularlas.

Lo curioso es que la libranza se giró el 9 de abril, cinco días antes de la disposición oficial, lo que muestra que aún antes de que contar con ésta, las oficinas postales o, al menos, la de Guayaquil, en la que se despachó la libranza que nos ocupa, empezaron a rechazar las estampillas, incluso en un caso como éste, en el que el sello es auténtico.

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