¿QUÉ PASA CON LA TEMÁTICA?

Vale la pena hacerse la pregunta.

Hemos visto, en la nota anterior, la destacada participación de la filatelia latinoamericana en la Exposición de Nueva York y las importantes preseas obtenidas, entre ellas 23 medallas de oro, 8 de las cuales fueron de oro grande.

No deja de llamar la atención que ninguna de esas 23 medallas, el treinta por ciento del total de las obtenidas por los participantes latinoamericanos, haya correspondido a la Clase Temática. Esto, sobre todo, si se toma en cuenta que al menos una de las colecciones presentadas tenía ya dos medallas de oro FIP.

Este, lastimosamente, no es un dato aislado. Latinoamérica presentó cinco colecciones en la Clase Temática, dos de Argentina y tres de Brasil; de las cinco, solo una subió dos puntos en relación con la calificación obtenida en la última presentación de categoría FIP, una mantuvo su puntaje y las otras tres lo vieron reducido lo que, en todos los casos, significó obtener una medalla de nivel inferior a la última recibida; un de las calificaciones fue tan diferente de la realizada en la ocasión anterior, que un vermeil grande se transformó en plata grande.

Si a esto agregamos las cuatro colecciones presentadas por los Estados Unidos, que completan el total de 9 colecciones temáticas americanas, el resultado no mejora. De estas cuatro, dos se presentaron por primera vez en una exposición FIP, una mantuvo su puntaje y la otra lo vio rebajado.

Esto, sin duda, merece una explicación.

Nueva York: recorrido por las colecciones temáticas con Damian Läge
(tomado de NY2916 Facebook)

La filatelia temática despierta, sin duda, grandes expectativas en los coleccionistas. Para muchos, se muestra como un camino ideal para expresarse por medio de las estampillas y un espacio capaz de ofrecer una multitud de satisfacciones, que no se encuentran en otros espacios de la filatelia.

Lastimosamente, y esto es algo que se comenta cada vez en voz más alta en los corredores de las exposiciones, el entusiasmo recibe su primer golpe, que en algunos casos resulta definitivo, al enfrentarse a las exposiciones que, muchas veces, lejos de convertirse en espacios de promoción de la actividad, terminan por disuadir a no pocos de su intento de ser filatelistas temáticos.

¿Qué pasa con las calificaciones de las colecciones temáticas?¿Es que verdaderamente se requiere demasiado para alcanzar buenos puntajes?¿Es que estamos en un espacio que pretende mostrarse particularmente exigente y, con ello, reservado a un reducido grupo de elegidos?

Creo que vale la pena dar respuesta a estas preguntas. Espero sinceramente que mis intuiciones estén equivocadas y sean solo el resultado de una impresión pasajera, debida a lo que acaba de ocurrir. 

Pero sin duda, algo está pasando en la temática. Por qué, y esta es una pregunta final, de 700 colecciones presentes en Nueva York, solo 61 (el 9%), pertenecían a la Clase Temática.