Juan Bosco Oberti
Era el año 1947, cuando se festejaba en España y en países de habla
hispana y en el mundo entero, el cuarto centenario del nacimiento de Cervantes,
ocurrido en el otoño de 1547 en Alcalá de Henares, Madrid.
La iniciativa que
llevó al correo uruguayo a ordenar la emisión de sellos en su homenaje partió
de la sociedad “Los amigos de Cervantes” radicada en Florida, Estados Unidos de
Norteamérica, con el propósito de enaltecer al “Padre de la Lengua Española”
según su expresaban.
Por resolución del Poder Ejecutivo del 17 de agosto de
1948, Expediente No. 6231/47 se autorizó a la entonces Dirección Nacional de
Correos para disponer la impresión de sellos postales con le efigie de Dn.
Miguel de Cervantes Saavedra.
Era muy común entonces, dada la lentitud y
burocracia en los trámites, que las conmemoraciones postales se hicieran con
uno y hasta dos años después de las fechas precisas.
La Comisión Consultiva que
tenía el Correo entendió, en base a su conocimiento y al asesoramiento de
funcionarios del Instituto, que correspondía fijar la emisión de la siguiente
forma: 5 millones de ejemplares de valor $ 0.03 (tres centésimos de peso
uruguayo), 5 millones de ejemplares del valor $ 0.07, y 2 millones de
ejemplares de valor $ 0.12 que eran la tarifa básica para envíos en ciudad, en
el país y hacia el exterior. Las medidas ordenadas de los citados tres sellos
eran 21 x 35 milímetros, con 5 milímetros de blanco hasta el perforado.
Agregó
la Comisión su opinión de que como mejor forma de rendir el homenaje de que se
trata, compatible con la técnica y el buen gusto filatélico, es concretar la
emisión con motivos alusivos a tres originales y representativos pasajes de la
obra literaria del “Príncipe de los ingenios españoles”. De tal forma la
comisión aconsejó y logró que se incluyera en cada uno de los sellos los
siguientes motivos: “La Vela de Armas”, “Camino a Cartagena” y “Fuente del
Mar”.
Hasta aquí todo perfecto, el homenaje estaba por cierto muy merecido, los
motivos correctos, la calidad de la imprenta elegida Waterlow y Sons de Londres
era toda una garantía y la orden de que se debían grabar en acero de la mejor
calidad.
Pero…siempre hay un “pero”.Alguien, cuando llegaron los sellos se dio
cuenta que se había cometido un error garrafal pues habían mandado a imprimir
una serie de tres valores pero del “CUARTO CENTENARIO DE LA MUERTE DE MIGUEL CERVANTES
SAAVEDRA”, como dicen textualmente los sellos y no del “NACIMIENTO”, que era la
correcto. Nada menos!!!
Y no había ya más tiempo ni remedio, los sellos
llegaron, debían abonarse pues el error radicó en la orden uruguaya,
transcurriría otro año para ordenar e imprimir nuevos sellos corregidos, habría
por supuesto nuevos costos, y la desazón que imaginamos de las autoridades
llevó a que se ordenara su incineración total y dar por olvidado el incidente.
En el año 2000 en una serie de estampillas que pertenecieran a las “muestras”
que la citada firma inglesa vendiera masivamente a comerciantes y se fueron
diseminando por todo el mundo, aparecieron dos de esos hermosos sellos marcados
o anulados con un pequeño círculo troquelado en el papel, siendo los valores de
7 y 12 centésimos, en colores azul y sepia respectivamente.
Luego vimos en la colección de un uruguayo una serie completa con
los tres motivos, de los sellos “mint” de que se trata, que no sabemos cómo
escapó a la incineración en el correo o tal vez estuviera en el expediente
respectivo acompañando al texto, anomalía que es muy frecuente ver no sólo en
la filatelia de nuestro país.
En esa época,
hace más de cincuenta años, se habían puesto de moda matasellos gomígrafos de
tamaño un tanto inusual, de rápida confección y utilización, pero que
precisamente no siempre se utilizaban como tales, es decir como matasellos
anulando las estampillas, sino más bien adornando los sobres. Los hubo de
confección oficial y particulares. La resolución No. 28 de la Dirección General
de Correos del 16 de febrero de 1948 autoriza la aplicación de “improntas”
alusivas al “IV Centenario de la muerte de Cervantes” reiterando el error pues
era el cuarto centenario del nacimiento. Se utilizaron, circularon aunque en
forma restringida, aunque en su texto no se hace alusión a la muerte ni al
nacimiento, siendo éste pues el único homenaje válido del correo uruguayo.
Tomado de "Cuadernos Filatélicos Uruguayos"
número 47, noviembre de 2000.
Con autorización del autor
Estupendo artículo.
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